Beneficios de salud
Los aceites de oliva vírgenes son aquellos aceites obtenidos del fruto del olivo únicamente por procedimientos mecánicos u otros medios físicos en condiciones, especialmente térmicas, que no produzcan alteraciones en el aceite, y que no hayan sufrido ningún tratamiento más que el lavado, la decantación, la centrifugación y la filtración. Los aceites de oliva vírgenes aptos para el consumo tal y como están son:
Aceite de oliva y cáncer
Varios estudios de investigación han documentado que el aceite de oliva reduce el riesgo de cáncer de mama. Llevar una dieta saludable con aceite de oliva como principal fuente de grasa podría reducir considerablemente la incidencia del cáncer. La razón es que las mutaciones celulares causadas por el cáncer se deben en parte a toxinas que, al consumirse a través de la dieta, atacan al ADN. Al pasar por el hígado, estas toxinas producen radicales libres que luego atacan al &NA. Para combatir estos radicales libres, el cuerpo necesita vitaminas y antioxidantes como los que contiene el aceite de oliva.
Aceite de oliva y presión arterial
Ciertos alimentos pueden aumentar la presión arterial además de tener un efecto sobre el peso corporal. Junto con el colesterol alto en sangre, el tabaquismo, la obesidad y la diabetes, es uno de los principales problemas de salud del mundo desarrollado.
Uno de cada cuatro adultos es hipertenso. Esto aumenta el riesgo de muerte prematura debido al daño a las arterias del cuerpo, especialmente las arterias que suministran sangre al corazón, los riñones, el cerebro y los ojos. La adición de aceite de oliva a una dieta tiene un claro efecto reductor sobre la presión arterial. El consumo regular de aceite de oliva disminuye tanto la presión arterial sistólica (máxima) como la diastólica (mínima).
Aceite de oliva y obesidad
La obesidad es un problema de salud importante en Occidente porque la gente come grandes cantidades y hace poco ejercicio físico. En la actualidad, sobre todo en las ciudades, la gente está adoptando una vida sedentaria y estresante. Más de la mitad de la población de algunos países industrializados tiene sobrepeso. La obesidad o sobrepeso se produce cuando las reservas de energía, fundamentalmente en forma de grasa, son excesivas. Se ha demostrado que una dieta rica en aceite de oliva produce una pérdida de peso mayor y más duradera que una dieta baja en grasas. Se acepta mejor porque tiene buen sabor y es un estímulo para comer verduras.
El aceite de oliva y las enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo industrializado. Numerosos estudios han documentado que la arteriosclerosis está estrechamente relacionada con los hábitos alimentarios, el estilo de vida y algunos aspectos del desarrollo económico. La progresión de la arteriosclerosis depende de muchos factores: los más importantes son el colesterol alto en sangre, la hipertensión arterial, la diabetes y el tabaquismo.
“… Las tasas más bajas de mortalidad por enfermedad coronaria se registran actualmente en los países en los que el aceite de oliva es prácticamente la única grasa consumida.” – Profesor Francisco Grande Covian
Aceite de Oliva y Arterioesclerosis
Se ha demostrado que el aceite de oliva tiene un efecto en la prevención de la formación de coágulos sanguíneos y la agregación plaquetaria. Las dietas ricas en aceite de oliva pueden atenuar el efecto de los alimentos grasos en el fomento de la formación de coágulos sanguíneos, contribuyendo así a la baja incidencia de insuficiencia cardíaca en países donde el aceite de oliva es la principal grasa consumida.
Aceite de Oliva y Colesterol
El aceite de oliva reduce los niveles de colesterol total en sangre, colesterol LDL y triglicéridos. Al mismo tiempo no altera los niveles de colesterol HbL (e incluso puede aumentarlos), lo que desempeña un papel protector y previene la formación de placa grasa. Estos hallazgos son muy importantes en vista de la alta incidencia de la depresión en el mundo actual y el gran riesgo que supone en la recurrencia de la enfermedad cardíaca.
¿Qué es el colesterol?
El colesterol es una sustancia grasa contenida en los alimentos de origen animal. Las dietas que contienen una gran cantidad de grasas animales aumentan el nivel de colesterol en sangre, que es uno de los principales factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular.
Aceite de oliva y diabetes
Una dieta rica en aceite de oliva no sólo es una buena alternativa en el tratamiento de la diabetes, sino que también puede ayudar a prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad. Cómo lo hace es previniendo la resistencia a la insulina bajando los triglicéridos, y asegurando un mejor control del nivel de azúcar en sangre y una presión arterial más baja.
El Aceite de Oliva y el Estómago
Reduce el riesgo de flujo o reflujo de alimentos y jugo gástrico desde el estómago hasta el esófago, el contenido gástrico del estómago se libera más lenta y gradualmente hacia el duodeno, dando una mayor sensación de “plenitud”.
El Aceite de Oliva y el Páncreas
Produce una pequeña cantidad de secreción por parte del páncreas, haciendo que este órgano “trabaje” poco, pero de manera eficiente y suficiente para llevar a cabo todas sus funciones digestivas.
El Aceite de Oliva y el Intestino
Estimula la absorción de varioEl aceite de oliva es, por tanto, una grasa de muy buena digestión y absorción, con unas propiedades muy agradables y un suave efecto laxante que ayuda a combatir el estreñimiento y el mal aliento.
El aceite de oliva y la piel
El tejido cutáneo sufre numerosos cambios. Los factores externos, como los rayos solares, aceleran el envejecimiento generando radicales libres. El aceite de oliva posee una gran proporción de vitaminas A, D y K, así como vitamina E, principal fuente de protección frente a los radicales libres que producen la oxidación celular, lo que lo convierte en un buen aliado en terapias específicas para tratar trastornos cutáneos como el acné, la psoriasis y los eczemas seborreicos.
El aceite de oliva y el envejecimiento
La osteoporosis es una reducción de la masa del tejido óseo que aumenta el riesgo de fracturas. Existen dos tipos. El tipo I se presenta en mujeres de mediana edad, posmenopáusicas y el tipo II en personas mayores.
El aceite de oliva parece tener un efecto favorable en la calcificación ósea, y la mineralización ósea es mejor cuanto más aceite de oliva se consume. Ayuda a la absorción de calcio, por lo que desempeña un papel importante durante el período de crecimiento y en la prevención de la osteoporosis.
Las dietas ricas en aceite de oliva también pueden prevenir la pérdida de memoria en personas mayores sanas.
Aceite de oliva durante el embarazo
El desarrollo postnatal de los bebés de madres que consumieron aceite de oliva durante el embarazo es mejor en términos de altura, peso, comportamiento y reflejos psicomotores.
El feto necesita vitamina E para crecer. El bebé recién nacido también necesita una reserva de vitamina E para luchar contra el estrés oxidativo causado al entrar en una atmósfera de oxígeno. Aunque no es muy abundante en el aceite de oliva, está presente en cantidad suficiente gracias a la resistencia del aceite de oliva a la oxidación. Así pues, tanto la cantidad como el tipo de alimentos consumidos en la dieta durante el embarazo juegan un papel clave en las adaptaciones metabólicas que se producen en la madre y en su relación funcional con el feto.
Aceite de oliva y lactancia materna
Es fundamental mantener los niveles de esta vitamina durante la lactancia materna.
La vitamina E también se recomienda para prematuros y recién nacidos con insuficiencia renal o pancreática por el efecto favorable que tiene sobre el sistema hepatobiliar. Su proporción de ácido linoleico a ácido linolénico (ácidos grasos esenciales) es similar a la de la leche materna. El efecto beneficioso del ácido oleico perdura más allá del embarazo.
El ácido oleico también parece ejercer una influencia positiva sobre el crecimiento y la mineralización y desarrollo óseo durante la infancia.